LA HOMEOPATIA: DOS SIGLOS DESPUES
Dr. Fabio Gonzales
Hace algo más de doscientos años surge la homeopatía como un sistema médico ideado por SAMUEL HAHNEMANN, médico Alemán que rescatando mucho de la doctrina de Hipócrates y teniendo en cuenta aportes importantes de filosofía como Platón, Aristóteles, San Agustín y Van Helmont, entre otros, tomando la experiencia de PARACELSO y agregando sus propios aportes de investigador genial, desarrolla todo un nuevo modelo médico coherente, completo e investigador. Es la Homeopatía, una medicina verdaderamente holística, construída sobre tres pilares fundamentales: Una doctrina, una semiología y una terapéutica propias.
Desde el punto de vista doctrinario, la Homeopatía asume al hombre como un ser integral, construido por cuerpo, energía vital y espíritu. Considera que las enfermedades naturales son causa dinámica interna, es decir que se generan por un desequilibrio o desarmonía en la energía vital, que si no es corregido, terminará produciendo síntomas funcionales, luego lesión orgánica y finalmente la muerte. Considera la salud como un estado en el que la energía que dinámicamente anima al cuerpo material, conserva todas las partes del organismo en admirable y armonioso funcionamiento, tanto en las sensaciones como en las funciones, de manera que el espíritu que habita en cada individuo, puede disponer libremente de ese cuerpo para alcanzar los más altos fines de la existencia.
Desde esta óptica, la enfermedad expresada a través de un conjunto de síntomas (objetivos y subjetivos) es un intento de la naturaleza por restablecer el equilibrio perdido, de donde se desprende, que el papel del médico no es el de silenciar los síntomas sino corregir el desequilibrio, si se quiere intentar una curación verdadera. La curación ideal será entonces el restablecimiento estable, suave y pronto de ese funcionamiento disarmonico, expresado mediante la desaparición de todos los síntomas.
Desde el punto de vista de la semiología (estudia e interpreta de los síntomas), la homeopatía tiene en cuenta todos los síntomas que presente un enfermo en un evento determinado y trata de establecer relaciones entre unos y otros, para llegar a un diagnostico integral, sin fragmentar al enfermo, dando una importancia fundamental a los síntomas psíquicos (mentales), ya sea que comprometan el intelecto, el afecto, o la voluntad. También tiene en cuenta de manera importante los síntomas que expresan el funcionamiento integral de los mecanismos de homeostasis (autorregulación) como son la temperatura, el sudor, la sed, etc. Y por supuesto que también incorpora en su estudio los síntomas físicos, orgánicos o localizados, que son por los que generalmente consulta el enfermo y a los que les da la importancia adecuada según cada caso en particular.
Dentro de la semiología homeopática es interesante e indispensable la modalización de los síntomas, es decir la forma particular, característica como cada individuo vive, sufre y expresa su enfermedad. El objeto del trabajo semiológico en homeopatía no es llegar a un diagnóstico nosológico (de enfermedad) sino a un diagnóstico integral del individuo, importa mas conocer al individuo que sufre, que a la enfermedad como entidad patológica para que el viejo aforismo de que “no hay enfermedades sino enfermos” se haga realidad en la práctica médica.
Desde el punto de vista terapéutico, la Homeopatía administra al enfermo medicamentos según la ley de los semejantes expresada como “Similia Similibus Curentur” (lo similar cura lo similar), es decir que una sustancia medicinal que sea capaz de producir síntomas de enfermedad en un individuo sano, si se prepara homeopáticamente, es capaz también de curar esos mismos síntomas en el enfermo. La preparación homeopática de medicamentos (procesos de diluciones y dinamizaciones sucesivas) hace que la sustancia original pierda su eventual toxicidad química y potencia su efecto curativo.
La terapéutica homeopática tiene en cuenta además las condiciones de vida del enfermo, su régimen alimenticio, su ambiente laboral, su entorno familiar y afectivo, sus condiciones económicas, culturales y sociales, en la que suele haber factores perturbadores de la salud y propiciadores de enfermedad, respeta además sus creencias, sus prácticas religiosas y espirituales.
Hoy las ciencias básicas, especialmente la física moderna, ha permitido entender los mecanismos de acción de los medicamentos homeopáticos, lo que ha contribuido a que cada vez mas médicos opten por la práctica de la homeopatía en cada vez mas lugares en el mundo. Sin embargo, su vigencia no deriva tanto de que se la pueda explicar hoy mas científicamente que ayer, sino en la solidez de sus principios y postulados.
Para concluir, podemos afirmar sin temor a equivocarnos ni exagerar, que la homeopatía es una medicina holística por si misma, humanística y natural, que sin embargo no desprecia la tecnología ni la ciencia positivista sino que aboga por un uso más racional de la primera y un desarrollo dentro de marcos más amplios de la segunda.
Gonzales F. 2005. La Homeopatía: Dos siglos después. Doctrina Homeopático, Fundación Instituto Colombiano de Homeopatía Luis G. Páez, 359 págs.