El enfermo debe ser "estudiado", debe ser "observado", debe, ante todo, ser "comprendido". Debéis hacer vuestro (CUM PREHENDERE) al enfermo, debéis "captar" no solamente la extensión de su mal, sino también la forma de sus reacciones, el poder de la "función" que le ha sido adjudicada.
La orientación verdadera de la mente del Homeópata lo lleva a la determinación de la terapéutica eficaz y lo hace adquirir un profundo conocimiento del individuo, necesario para lograr su "restablecimiento"
Tomado de: LA PRÁCTICA DE LA HOMEOPATÍA Por el Dr. LEON VANNIER. Segunda edición. Editorial Porrua 1968 - 574 pág.
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