Si da quina, prosiga con eso; si da un opiaceo, prosiga con eso, no vuelva a la Homeopatía. El hombre que hace estas cosas es un Homeópata fracasado. Algunos son incapaces de entender las doctrinas Homeopáticas y retroceden hacia el mestizaje, que es una cruza entre la Homeopatía y la Alopatía. Yo preferiría un Alópata, a uno que profesa ser Homeópata pero que no conoce suficiente Homeopatía como para practicarla...
Si un médico no tiene la fuerza como para resistir los gritos de los familiares, las críticas de los amigos, la amenaza de la billetera y de su pan y manteca, él no practicara la Homeopatía por mucho tiempo. Un hombre honesto no teme esas cosas. No tiene más que una cosa que considerar "¿ Qué es lo que hay qué hacer de correcto en este caso?"
La actitud del público jamás debe proporcionar al médico las indicaciones de lo que tiene que hacer... pero el médico que se acobarda y tiembla frente a toda amenaza, es alguien que puede violar su conciencia, es alguien que puede venderse; que puede ser sobornado para hacer cualquier cosa; ... se vuelve un cobarde y un ruin; está listo para hacer casi todas las cosas que sean viciosas y cobardes, y abandonará sus colores en el momento de emergencia... El médico que viola la ley, también viola su conciencia, y su muerte es peor que la muerte del paciente.
Tomado de: HOMEOPATIA Escritos menores aforismos y preceptos James Tyler Kent. Editorial Albatros 344 pág. Buenos Aires Argentina 1981
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